Por Verónica Osorio, ejecutiva de cuenta senior de Strategika

“Salud universal para todos y todas, en todas partes”. Con este lema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemoró este año el Día Mundial de la Salud: una consigna que conlleva oportunidad, calidad, acceso, cobertura e igualdad en los tratamientos sin más consideraciones: un derecho al que aspiramos, aunque con sólo ver casos como las listas de espera cada año sabemos que es muy poco probable que así ocurra.

Frente a esta realidad que también sucede a nivel mundial, para los pacientes, sus familias y también la comunidad científica, cada fecha que se  conmemora es relevante para visibilizar y concientizar en la sociedad la problemática e incidencia asociadas a patologías como el virus del papiloma humano, el cáncer, hipertensión, hepatitis, diabetes, obesidad, por nombrar algunas y que si bien, muchas veces el alza en el número de casos o los daños que producen algunos hábitos están en el inconsciente colectivo, la mayor parte de las veces no son asumidas por la población como factores de riesgo y menos, que es necesaria la prevención.

Una constatación de lo anterior, fueron los resultados del estudio realizado a nivel mundial por Activa Research y Worldwide Independent Network of Marker Research (WIN), que explora opiniones y percepciones de las personas sobre su estado de salud y los factores que inciden en ella. Con asombro vimos que la investigación determinó que el 81% de los chilenos se considera saludable, pese a que un 53% estimó que su estado físico es regular o muy malo y que el 16% cree que es poco saludable y un 2%, nada saludable. En suma, una dicotomía entre la percepción del estado de salud y factores de riesgo como la mala condición física y el tabaquismo que redundan no sólo en la aparición de enfermedades crónicas, sino también en que la población no se ve invitada a mejorar sus hábitos, adoptar conductas preventivas y tener un estilo de vida cada vez más saludable.

En ese contexto, las agrupaciones de pacientes han adoptado un rol preponderante en las fechas conmemorativas para generar conciencia de su problemática de salud, relevar cómo afecta en tareas del quehacer diario y han insistido en la necesidad de consultar en forma temprana ante la aparición de síntomas. Al mismo tiempo, han sido proactivas para exigir apoyo frente a instancias como el Estado y parlamentarios en sus demandas por obtener mayor y mejores coberturas, pasando cada vez más desde un paciente pasivo a uno empoderado y activo, que se moviliza e involucra en la toma de decisiones para el mejoramiento de su salud y de su grupo. Ese cambio, ha permitido que los pacientes tomen mayor conciencia sobre el propio estado de salud, demanden más información acerca de su patología y eleven sus expectativas respecto del servicio que esperan recibir para su atención. Una nueva mirada que, por cierto, requiere que vaya de la mano con el cambio que deben realizar los profesionales de la salud que actualmente ejercen en los sectores público y privado y también, iniciar transformaciones desde las mismas aulas.

Visibilizar se entiende como “hacer visible por algún procedimiento o dispositivo lo que normalmente no se puede ver a simple vista”. Un tema que no es menor frente a varios problemas de salud que están (re) surgiendo por factores como la falta de prevención, malos hábitos, la globalización y mayor esperanza de vida. Promover el acceso a la salud universal desde las políticas públicas es una acción que cada nación debe realizar regularmente y que la comunidad demandará per se a sus autoridades. Apoyar como sociedad a las organizaciones ligadas a la salud como la OMS y a las agrupaciones de pacientes durante estas conmemoraciones de días son esenciales no sólo para sus objetivos de mayor educación, lograr más acceso y brindar apoyo constante, sino también para empatizar con el llamado a asumir un compromiso real que permita promover el autocuidado para un mejor bienestar y sea visto como un derecho de vida.