Por Ariel Herrera, Ejecutivo de Cuentas Senior Strategika

Empatía, transparencia, seguridad, son conceptos que parecen anteponerse a la incertidumbre reinante por la pandemia que afecta al mundo. Y es debido a esta sensación negativa, y al stress que han provocado las cuarentenas, que tanto las empresas como las autoridades han tenido que replantear su comunicación efectiva.

En términos simples, algunos dan consejos sobre reformular los canales de información, dar mayor espacio para atender las consultas de sus trabajadores o aplicar la empatía a la hora de crear un plan de comunicación interna para esta nueva normalidad.

Y es en este punto donde varias empresas parecen haber perdido el rumbo, ya que la empatía es una de las principales armas de una comunicación efectiva, no es que se tenga que aplicar con el contexto, sino que nunca debió haber perdido espacio a la hora de crear políticas laborales o simplemente comunicar nuestros servicios.

Una definición sencilla de la empatía sería “tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro y de esta manera interpretar la experiencia del otro desde mi propia experiencia”. Esta definición solo deja en evidencia que la empatía deja de lado la individualidad, y es que a veces, ya sea por la carga laboral o sencillamente por la naturaleza del trabajo, los trabajadores y empleadores caen una estructura unidireccional que no es retroalimentativa con el resto. Empatía es entonces también “trabajo en equipo”, tanto para nuestros clientes como nuestros trabajadores, utilizándola podremos entender mejor las necesidades y los desafíos que plantea el mercado y la economía, y por consiguiente aumentar la productividad y rendimiento de nuestro equipo de trabajo.

La pandemia y el teletrabajo no hacen más que respaldar esto dando visibilidad a las problemáticas del modelo laboral actual. Ya en abril del 2020, durante los primeros meses de la crisis sanitaria la consultora Mercer a través de un estudio revelaba más del 60% de los trabajadores no se sienten escuchados. Unos meses después, la misma consultora realizó un Focus Group para ver la perspectiva de las compañías; Del 66% de las empresas que en la región (Latam) detectaron las preocupaciones de su personal, la principal inquietud tiene que ver con la estabilidad económica y laboral (55%), seguida por la garantías de higiene para combatir la propagación del virus (12%), las condiciones de seguridad en el trabajo (11%), los resultados financieros de la organización (11%), la nueva modalidad de trabajo (6%) y las particularidades familiares (5%) *

La incertidumbre que provoca la pandemia sumado al teletrabajo hace que la empatía sea nuestro principal aliado a la hora de sortear con éxito las problemáticas económicas que conlleva una crisis de esta naturaleza.

Esto sirve como punto de partida para una serie de desafíos y tendencias que las empresas deberán empezar aplicar en la nueva normalidad: Acompañar a sus trabajadores en el proceso de transformación digital, centrarse en el futuro motivando la experiencia desde una mirada positiva, y motivar la capacitación como una herramienta para afrontar el futuro, entre otras.

Solo queda decir que a pesar de todos los negativos efectos de la pandemia esta si nos ha dejado una importante lección; La empatía nunca debe ser vista como una estrategia sino debe formar parte de nuestro ADN.